Después del intento fallido de romper el asedio de Moufillon, la retirada de las fuerzas de Elfos Silvanos fue muy caótica.
Aiunin consiguió finalmente reorganizar a duras penas las fuerzas supervivientes en el extremo del bosque oeste. Una vez allí, intentaron divisar dónde se encontraba Mercadier con los bretonianos para poder discutir los planes de batalla contra los no-muertos al mismo tiempo que llegaban exploradores del interior del bosque con mensajes de varios generales silvanos.
Los peores augurios se habían hecho realidad: mientras Aiunin estaba pendiente de la frontera oeste, las tropas de demonios del dios Nurgle habían aparecido en el interior del bosque.
Los informes hablaban de varias escaramuzas con grupos de exploradores que habían acabado con la vida de todos excepto un superviviente que pudo informar de lo sucedido.
No tenían mucha más información porque se trataba de una parte del bosque que era salvaje aún y el camino para llegar allí estaba controlado por los skaven que habían vuelvo a aparecer en el bosque.
Ese único superviviente había relatado que su expedición había ido al encuentro de demonios aterradores mientras cuatro de sus miembros habían sido enviados al inicio de la batalla para informar de lo sucedido, siendo él el único que había tenido éxito. Según el explorador, esas fuerzas eran practicamente invencibles...
Además otro informe relataba, con no mucha información, que un capitán de los silvanos del que no se sabía el nombre, se había hecho con una hueste en la frontera sur y que no obedecía a los mandos de los Elfos Silvanos, y tampoco reconocía a Aiunin como líder.
Aiunin no comprendía el comportamiento de algunos de los Elfos Silvanos y supo que tendría que solucionar ella misma ese alzamiento, pero necesitaba más información y no sabía si podría llegar hasta allí ya que el camino era peligroso.
Finalmente decidió ir en secreto hacía la parte septentrional del bosque para reunir una hueste que hiciera frente a los demonios mientras enviaba emisarios para recavar información y contactar con los insurgentes.
"¿Quién era ese capitán?
¿Qué historia habría detrás de tan funesto suceso?
¿Porque no tenía noticia de Elfos Silvanos en esa parte de Athel Loren?"
Paralelamente dio instrucciones a Cedrick, el general que se encargaría del contingente de la frontera con Bretonnia que organizara un nuevo ejército y que ofreciera ayuda a los caballeros si estos la reclamaban, pero que no tomara la iniciativa respecto al asedio de Moufillon en su ausencia.
"Así que los oráculos asur tenían razón y las fuerzas del caos vuelven otra vez al viejo mundo..."
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