Aiunin (como se explicaba en ésta entrada), la líder de los Elfos Silvanos, había abandonado su misión en Bretonnia para enfrentarse contra las tropas de Nurgle.
En seguida dio con los demonios, ya que esa parte del bosque se estaba muriendo y comenzaban a surgir criaturas con aterradoras mutaciones. Además el camino que llevaba hacia esa parte del bosque estaba infestado de Skaven, así que además las expediciones sufrían bajas antes de plantar batalla a los demonios.
No había visto nunca tales criaturas, demonios consagrados al dios del Caos Nurgle, demonios que nunca reculan en combate, que corrompen todo aquello que tocan y que a veces parecen inmortales a las heridas más graves.
Después de varios enfrentamientos el resultado no podía ser más desalentador: todos saldados con derrotas aplastantes y grandes pérdidas.
La moral de los Elfos Silvanos se desmorona por momentos y ella, la gran maga del bosque, no da con la solución a ésta invasión así que decide enviar un mensaje pidiendo ayuda a sus primos Altos Elfos. Paralelamente además, acelera el proceso de domesticación de los espíritus del bosque para engrosar sus filas y envía emisarios a la frontera este para que le presten ayuda con su caballería.
Además aún tiene pendiente averiguar que pasa con los elfos silvanos que se han alzado en el sur del bosque y que no responden a su llamada...
Continuará....
Ui, estas fotos tienen tiempo, e? No había terminado los nurgletes ni el palanquín, todavía.
ResponderEliminarExacto, hace mucho... però no tenía otras (bueno, tengo un par con el Vagabundo que pronto saldrán a la luz XD) Es más, creo que los nurgletes son de cuando los estrenaste en El Nucli.
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