Un sólido contingente bretoniano se ha desplazado a Loren, secundado por una niebla que cubre la mitad de sus huestes. El personaje que ha ido a negociar en persona no es otra que Mercadier, uno de los mejores amigos y compañero de armas de Astaldion, el comandante bretoniano. Su misión es peligrosa, porque con el pretexto de iniciar unas negociaciones mientras se recuperan los cuerpos de los bretonianos muertos, ha de recopilar toda la información necesaria del enemigo y, en caso de uns hostilidad creciente (como negarse a que dejen recojer los cadáveres), tendria que acabar en persona con el líder de los elfos silvanos.
No es lo que Astaldion quiere, pero Mercadier piensa que la vida del elfo es secundaria si con su sacrificio puede eliminar la amenaza elfa durante tiempo suficiente como para unir fuerzas y asentar los otros frentes que están surgiendo (skaven, no.muertos y pieles verdes).
Por suerte, el capitán de la guardia de los exploradores silvanos accede a la petición y parece posible llegar a una tregua y quizá a un principio de acuerdo con los elfos silvanos, pero los hombres son demasiado impacientes. Sin su líder natural, ausente, y con su lugarteniente a la espera de noticias, parte del grueso del ejército, con la moral baja viendo los cadáveres de los hombres caídos, decide cargar...
Pronto se da cuenta de su error, pues al cargar dentro del bosque se da cuenta de que la superioridad de los caballeros en tan complicado terreno no sirve para mucho.
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Además, hay una multitud de espíritus del bosque que salen a su encuentro con vehemencia; tienen los ojos rojos y sacan espuma por la boca. No hay rastro de ningún elfo, salvo un par de exploradores hechos pedazos... por un hombre árbol!
Tal es el ímpetu de los espíritus del bosque que decide intentar huir hacia el claro antes de que sea demasiado tarde, pues ya han sufrido unas cuantas bajas.
Es justo cuando salen del bosque cuando ven aparecer a la mismísima Aiunin montada en una de las águilas gigantes de las montañas. La aeda, consigue descender al campo de batalla y parlamentar con el capitán. La elfa informa a los bretonianos que se enfrentan a terribles espíritus del bosque, salvajes, que no están bajo control de los silvanos y ofrece su ayuda para que puedan salir del embrollo en el que se han metido. Se trata de una zona de bosque que no controlan los elfos silvanos.
Con nuevos ánimos, los bretonianos que se se retiraban del bosque, dan media vuelta a enfrentarse contra los espíritus del bosque con la inestimable ayuda de la gran maga silvana. Es así como consiguen derrotarlos a todos y, aunque han sufrido varias bajas, agradecen a la líder de Loren su ayuda y prometen informar a Astaldion de su intención de iniciar un proceso de negociación.
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La partida enfrentó a elfos silvanos y bretonianos a 1.000 puntos. Las reglas especiales del escenario fueron:
- Los 1000 puntos de silvanos solamente podían ser dríades, arbóreos y un hombre árbol. Además tenían la regla especial Furia asesina y Odio a los bretonianos sin coste adicional alguno.
- Cada inicio de turno, el jugador bretoniano tenia que tirar un dado. En el primero, con un 6 aparecía Aiunin como refuerzo, en el segundo turno, con 5-6, en el tercero 4-5-6 y así sucesivamente.
Buena partida la del viernes, la verdad, tenia ganas de jugar algún escenario especial, aunque somos bastante propensos a ellos... Al final, suerte tuvieron los bretonianos de contar con magia (la maga nivel 4 vino en el tercer turno), aunque la verdad es que con algunos cambios tácticos se hubieran podido apañar solitos.
Se hizo justicia y uno de los muertos por parte de los caballeros fue el responsable de que cargaran los caballeros a ciegas contra todos los espíritus del bosque dentro del bosque... ¡a quien se le ocurre!
En fin... Mercadier ya es historia y ahora tocará negociar con los bretonianos...
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