Después del último acontecimiento (aquí), Aiunin y un séquito de elfos silvanos ha pasado un tiempo en un campamento bretoniano levantado en el linde del bosque esperando a Astaldion, señor de Aquitania.
En ese tiempo se han podido enterar que quien lanzó la carga suicida contra los espíritus del bosque dentro del bosque fue un lugarteniente de Mercadier que falleció en la batalla.
En ese tiempo se han podido enterar que quien lanzó la carga suicida contra los espíritus del bosque dentro del bosque fue un lugarteniente de Mercadier que falleció en la batalla.
Quien sí que sobrevivió fue precisamente Mercadier y se han enterado que es un buen amigo y hombre de confianza de Astaldion. Es él quien ha estado iniciando las negociaciones de paz con los elfos y quien ha estado intercambiando informaciones con Aiunin.
La Aeda mágica está algo inquieta, ya que han llegado noticias de una patrulla informando de que cerca de las montañas han encontrado otra vez señales de los skaven, y también de otra hueste misteriosamente desaparecida, aunque aún no saben la causa.
La Aeda mágica está algo inquieta, ya que han llegado noticias de una patrulla informando de que cerca de las montañas han encontrado otra vez señales de los skaven, y también de otra hueste misteriosamente desaparecida, aunque aún no saben la causa.
La líder de los elfos silvanos espera que venga Astaldion rápido y poder dejar ésta parte del bosque vigilada de cerca des de las llanuras por los bretonianos y quizá, poder contar con éstos nobles caballeros si fuera menester...
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